Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
![]() |
1- Nombre de la Actividad: El “buen Príncipe” y la “Virtú” en la filosofía política de Maquiavelo. |
2- Descripción: El recurso aborda los conceptos de “buen Príncipe” y “Virtú” en la filosofía política de Maquiavelo, a través de la lectura de ¨El Príncipe¨. La actividad busca ayudar a comprender estos dos conceptos fundamentales y relacionados entre sí de la filosofía política de Maquiavelo, así como presentar un ejercicio de evaluación vinculado al dialogo y la transposición del concepto a categorías más cercanas a nosotros. La actividad comienza por trabajar con el texto propuesto para conceptualizar según la filosofía política de Maquiavelo los conceptos de “buen Príncipe” y “Virtú”, en diálogo con el docente del curso y los estudiantes entre sí. En un segundo momento y en un ejercicio de evaluación, se busca que los estudiantes puedan “aterrizar” los conceptos comprendidos en relación con expresiones políticas de actualidad en el contexto de la pasada campaña electoral. |
3- Contenido filosófico: Estamos ante un exponente cuasi mentor de la filosofía política moderna, de allí la importancia que entendemos tiene acercarnos a su pensamiento. En la concepción y en la obra de Maquiavelo, caracterizadas por su pragmatismo, su descripción de la realidad y la renuncia a los ideales en función de la necesidad; en muchas ocasiones afirma que el objetivo del Príncipe, o dicho de otro modo, aquello que define al “buen Príncipe” es conservar su Estado, lograr grandes cosas y tender hacia el honor, la gloria y la fama. Para conseguir este objetivo, los caminos pueden ser diferentes de acuerdo a las circunstancias, de hecho, el pragmatismo al que nos referimos se ilustra permanentemente a lo largo de todos los capítulos en la cita permanente de ejemplos históricos del ejercicio de la autoridad, confirmando o contradiciendo los postulados del pensamiento que se proponen para el Príncipe. El concepto de “Virtú” está directamente vinculado con la concepción del “buen Príncipe”, ya que se entiende por ésta aquellos caminos, opciones y decisiones que el Príncipe vaya tomando con el objetivo de conservar su Estado, lograr grandes cosas, tender al honor, la gloria y la fama; es un concepto de acción estratégica política que no tiene implicancia moral, es decir, distinguido de la ética; la ética alude a la vida personal y la “Virtú” en su acepción política se vincula al poder, Maquiavelo separa claramente virtú de ética como continuidad de su esfuerzo intelectual por separar el Estado y la Iglesia. Veamos el concepto en las palabras de Maquiavelo: “Un príncipe, y especialmente uno nuevo, que quiere mantenerse, debe comprender bien que no le es posible observar en todo lo que hace mirar como virtuosos a los hombres; supuesto que a menudo, para conservar el orden en un Estado, está en la precisión de obrar contra su fe, contra las virtudes de humanidad, caridad, y aun contra su religión. Su espíritu debe estar dispuesto a volverse según que los vientos y variaciones de la fortuna lo exijan de él; y, como lo he dicho más arriba, a no apartarse del bien mientras lo puede, sino a saber entrar en el mal, cuando hay necesidad” (Maquiavelo, 1930, p. 39). Para ilustrar el concepto, menciona el siguiente ejemplo: “El Papa Alejandro VI no hizo nunca otra cosa más que engañar a los otros; pensaba incesantemente en los medios de inducirlos a error; y halló siempre la ocasión de poderlo hacer. No hubo nunca ninguno que conociera mejor el arte de las protestaciones persuasivas, que afirmara una cosa con juramentos más respetables y que al mismo tiempo observara menos lo que había prometido. Sin embargo, por más conocido que él estaba por un trapacero, sus engaños le salían bien, siempre a medida de sus deseos, porque sabía dirigir perfectamente a sus gentes con esta estratagema” (Maquiavelo, 1930, pgs. 38-39). Con este ejemplo, muy valiente por cierto, se capta la importancia de la apariencia en la pragmática concepción de Maquiavelo, más que ser, la importancia está en él parecer, “No es necesario que un príncipe posea todas las virtudes de que hemos hecho mención anteriormente; pero conviene que él aparente poseerlas. Aun me atreveré a decir que si él las posee realmente, y las observa siempre, le son perniciosas a veces; en vez de que aun cuando no las poseyera efectivamente, si aparenta poseerlas, le son provechosas. Puedes parecer manso, fiel, humano, religioso, leal, y aun serlo; pero es menester retener tu alma en tanto acuerdo con tu espíritu, que, en caso necesario, sepas variar de un modo contrario” (Maquiavelo, 1930, p. 39); ante el objetivo primero del buen Príncipe, mencionado más arriba, todos los caminos son recurribles. Los críticos han profundizado en este concepto de “Virtú” en la originalidad maquiavélica, en comparación con la concepción de la virtud hasta entonces; Skinner expresa que “ya será evidente que todo el consejo de Maquiavelo está gobernado por un sentido sumamente original de lo que debe considerarse que constituye la verdadera virtú en un príncipe. Como hemos visto, hasta aquí se había supuesto, generosamente, que la posesión de la virtú podía equipararse a la posesión de todas las grandes virtudes. En Maquiavelo, por contraste, el concepto de virtú es simplemente utilizado para referirse a cualesquiera cualidades que el príncipe considere necesario adquirir para "conservar su Estado" y "lograr grandes cosas" (Skinner, 1993, p. 163). Profundizando en las consecuencias de tal concepción, como se ha expresado, queda unida al posicionamiento veleidoso, ya que “El sentido final de Maquiavelo de lo que debe ser un hombre de virtú y sus últimas palabras de consejo al príncipe pueden resumirse diciendo que le aconseja que se asegure, ante todo, de volverse un hombre de "disposición flexible": debe ser capaz de variar su conducta, de buena a mala y viceversa "según lo dicten la fortuna y las circunstancias" (Skinner, 1993, p. 163). Estos conceptos de Maquiavelo se sustentan en una visión antropológica negativa, en efecto, “la principal razón del tono escandaloso que Maquiavelo suele emplear se encuentra en su visión profundamente pesimista de la naturaleza humana. Declara que "podemos hacer esta generalización acerca de los hombres: son ingratos, inconstantes, mentirosos y engañadores, cobardes ante el peligro) y ávidos de lucro". Así pues, no es de sorprender que se sienta en la obligación especial de advertir al príncipe que, como los hombres comúnmente son "tan miserables criaturas", deberá estar dispuesto a actuar desafiando las piedades convencionales si desea permanecer seguro” (Skinner, 1993, p. 162). Yendo en esta misma dirección pero profundizando en la cuestión antropológica, Grüner expresa que “La pragmática teoría maquiaveliana no hace más que expresar su atención a la maleabilidad de la “naturaleza” humana, a la hasta cierto punto imprevisible transformación del “humor” de las masas, a la “psicología colectiva”, a la inestable articulación entre las inviolables resistencias de lo real y el voluntarismo transformador o elaborador de la materia social (entre la fortuna y la virtú), al lugar de lo imaginario, lo simbólico y lo verosímil en el desarrollo de las pasiones públicas, a las a veces caprichosas y a veces controlables variaciones en la relación de fuerzas, a las verdades que a veces son superfluas y las mentiras que a veces son útiles, a las duras realidades de la violencia y la dominación, a las blandas facultades de la astucia, la sagacidad y la agudeza, al “pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad” que celebraba Gramsci” (Grüner, 2000, p. 8). En definitiva, la “Virtú” que caracteriza al buen Príncipe, está relacionada estrechamente a la veleidosa condición humana y sus diversos cambios. |
4- Actividad/Recurso: Proponemos que el contenido precedente, se profundice en la lectura, diálogo con la clase y consulta relativas a dudas con el docente del curso. Seguidamente, se invita a los estudiantes a que se agrupen en cuartetos; en los pequeños grupos se les invita a buscar en la pasada campaña electoral, elementos que se vinculen al concepto de “Virtú” tal como lo entiende Maquiavelo. El diálogo podrá contar con el recurso de los teléfonos de los estudiantes para recurrir a spot publicitarios de los candidatos, artículos de prensa que remitan a actos político-partidarios o expresiones de los candidatos en actos, medios de comunicación o en sus propios perfiles en las redes sociales. Se trata de identificar y analizar los caminos, los medios y las formas utilizadas para mantenerse en el poder en el caso del oficialismo o en los caminos, los medios y las formas utilizadas de conquistar el poder en el caso de la oposición. Una vez identificados los recursos para defender su exposición se solicita que puedan dialogarlo en pequeños grupos para luego presentarlo al plenario de la clase. La solicitada búsqueda y diálogo de elementos que en la pasada campaña electoral, remitan al concepto de “Virtú” en Maquiavelo, pretende el cultivo del espíritu crítico y la formación de ciudadanos pensantes que para sí mismos y los demás, puedan tener recursos que vayan más lejos del cuidado marketing electoral a la hora de tomar decisiones ciudadanas. La actividad se evaluará de acuerdo a la coherencia manifiesta y argumentada entre la comprensión teórica-conceptual y su correlato con los elementos más cercanos a nosotros en la actividad planteada. Entendemos esto como un humilde aporte a cuidar la calidad de nuestra democracia. Por ejemplo, en el eslogan de campaña electoral del oficialismo: “No perder lo bueno, hacerlo mejor”, encontramos una referencia clara al concepto de “buen Príncipe”. Lo mismo percibimos desde la oposición con el objetivo de conquistar el gobierno: “Ahora sí”, “Está bueno cambiar”. Presentamos gráficas de la campaña presidencial del Uruguay, noviembre 2019: |
5- Bibliografía utilizada y recomendada: - Maquiavelo, N. (1930). El Príncipe. Espasa-Calpe S.A Versión digital. - Grüner, E. (2000). La astucia del león y la fuerza del zorro. Buenos Aires, Argentina: Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y El Caribe, de la Red de Centros Miembros de Clacso. - Skinner, Q. (1993). Los fundamentos del pensamiento político moderno. Capítulo V: La edad de los príncipes. México: Fondo de Cultura Económica. |
Sugiere sitios para complementar la actividad y ampliar información. |
Aclaraciones sobre tu propuesta La propuesta de evaluación ha sido pensada en el transcurso de la campaña electoral de Uruguay en el 2019, no obstante, puede resultar enriquecedor volver atrás en el tiempo y reencontrar recursos electorales utilizados con el objetivo de, disminuido el candor de la discusión, concientizar y analizar con espíritu crítico las mencionadas manifestaciones y fundamentar los vínculos existentes con los conceptos trabajados de la filosofía política de Maquiavelo. |